Cuando anochece
las garras que me oprimian ,
rebotan en mi cerebro
de bordes negros...
Las pesadillas
se vuelven de suave lija
acariciando el olvido...
limando el sueño.
Cuando amanece
se pinta el techo de luces
explotan en las ideas
y en sentimientos...
Y ya no hay muros helados
ni laberintos malditos...
escapan montando al trote...
al Minotauro....
V.
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